El uso de la gasa en gimnasia rítmica se remonta casi a sus inicios, aunque nunca ha llegado a ser un aparato de competición. El trabajo con la misma se ha utilizado para facilitar y potenciar sobre todo el trabajo corporal: ondas parciales y totales del cuerpo, coordinación cuerpo/objeto, amplitud de movimientos…
El trabajo puede hacerse individual o en grupos, enfocando el trabajo al futuro deportivo de cada gimnasta, o como medio para que descubran en que modalidad se encuentran más cómodos.
La forma y medidas de la gasa es habitualmente rectangular y de 1×1,5m. El material ha de ser suave y ligero, así como nailon, seda, satén…
La técnica de la gasa consiste en trabajarla como una prolongación del cuerpo (brazos), de manera que cuando se realicen movimientos ondulantes, éste afecte a todo el cuerpo. De este modo debe existir una perfecta relación/coordinación entre el/la gimnasta y el aparato.
exhibición Marina Lobatch 1989
El video no es de muy buena calidad, pero merece la pena ver a la campeona olímpica de 1988 elegir la gasa para sus exhibiciones.
El principio básico del trabajo con la gasa es que ésta no toque el cuerpo durante los movimientos del cuerpo y la propia gasa, por lo que el trabajo en la amplitud de movimientos tan necesaria será la base del posterior trabajo con los aparatos de competición, sobre todo la pelota y la cinta, ya que la gasa requiere de movimientos amplios y lentos que favorecen el manejo de estos aparatos. Para que este trabajo sea fluido tiene una gran relevancia la música, que debe acompañar a los ejercicios con gasa, y que por todo lo anterior expuesto, da una idea clara qué tipo de música debe elegirse: música lenta o con un tempo medio.
Para este trabajo la gasa puede sujetarse de varias maneras: por las esquinas del lado más corto del rectángulo, las esquinas del lado más largo, con una o dos manos…
El trabajo con la gasa se basa en unos grupos que son parecidos a los que se utilizarán con los aparatos reglamentarios:
- Balanceos
- Serpentinas
- Lanzamiento
- Recogidas
Como puede verse, el trabajo de balanceos y lanzamientos son comunes a todos los aparatos, y por tanto debe potenciarse el trabajo de estos grupos para el desarrollo cognitivo del gimnasta, pensando siempre en su futuro trabajo con la cuerda, aro, pelota, mazas y cinta. El trabajo con la gasa abre el camino de la evolución del/la gimnasta hacia la perfecta combinación entre sus movimientos y el aparato que maneja, en los que a veces debe verse como una prolongación de sus extremidades y en otras ocasiones poner en relieve el movimiento y trabajo corporal.
Esta belleza entre el movimiento rítmico entre ambos es lo que da su carácter específico a la Gimnasia Rítmica, siempre debe haber una simbiosis entre gimnasta-aparato-música, sin dejar de manejar la gasa, que no debe verse en ningún momento sin movimiento. Todo esto ha de ir siempre acompañado de la búsqueda y trabajo de la expresividad a través de este aparato básico en el desarrollo individual y colectivo de los deportistas.
Gala 80 aniversario Gª Rítmica en Rusia
Hay que decir que el trabajo con gasas durante un tiempo ha estado casi olvidado, pero cada vez son más los clubes que han vuelto a incorporarlo en el trabajo con los más pequeños, dando salida y visibilidad en las exhibiciones de Navidad o de fin de curso.